Saturday, November 28, 2015

PROFUNDO SOÑAR

              PROFUNDO SOÑAR 

En un profundo sueño me transporto
a aquella época dorada,
la que nunca ha de volver,
la que tanto disfrutara.

La década de los cincuenta,
en La Víbora y La Habana,
repleta de diversiones,
cines, fiestas, bailes, playas.

Cuantos momentos felices
en aquella tierra amada,
cuando las calles reían,
cuando las luces brillaban.

Tal parece estoy viviendo
gracias al sueño y su magia,
aquellos lindos momentos
perdidos en mi nostalgia.

Con mi sueño continúo
queriendo no terminara,
lucho por no despertar,
abrazo fuerte mi almohada.

Lo de esperarse sucede
aunque mucho lo evitara,
llega el final de mi sueño
al llegar la madrugada,
la realidad me despierta
como una cruel puñalada . . .


Cástulo Gregorisch
11/28/15



             

Thursday, November 12, 2015

UNA MAÑANA DE ABRIL

             UNA MAÑANA DE ABRIL

Una mañana sin ojos
vi a mi patria sucumbir,
vi como sus despojos
se perdían en Abril.

Traicionados por un todo
de este norteño país
que ignorando sus promesas
mandó hombres a morir,
en invasión traicionada
una mañana de Abril.

Lucharon como valientes
contra mayoría vil,
lucharon como valientes
una mañana de Abril.

Se agotaron municiones,
la ayuda no llegó a venir,
unos muertos, otros presos,
una mañana de Abril.

Hacinados en camiones
llenos de fango y hollín,
muchos sus carnes heridas
sudando rojo carmín,
las cárceles esperándoles
una mañana de Abril.

Se abren las negociaciones
con el tirano mandril,
tractores y arados piden
para dejarlos partir,
tractores y arados llegan,
presos liberan al fin,
se termina la aventura,
nuevas promesas he de oír
como canto de sirenas
que nunca se han de cumplir.

¡Una mañana sin ojos,
 una mañana de Abril!

Cástulo Gregorisch
11/12/15







               

Tuesday, November 10, 2015

CAMINANDO POR LAS CALLES

                CAMINANDO POR LAS CALLES

Caminando por las angostas
calles de La Habana Vieja,
sus adoquines me hablan
con su lenguaje de piedras,
cientos de historias me cuentan
de lo que un día ella fuera,
cuando sus viejas farolas
alumbraban su realeza,
ciudad que se distinguía
por su música y sus fiestas,
la alegría correteando
por sus calles y sus aceras,
una ciudad divertida
de cabarets por doquiera,
sus tiendas abarrotadas
de algodones y de sedas,
abundancia de manjares
que se ven solo en las ferias,
economía apoyada
por extensa clase media,
el sol brillando en el cielo
cual de un gigante la tea,
alumbrándola de día
para que no se durmiera,
la luna en traje de gala
con su séquito de estrellas,
la luz del sol reflejaba,
coquetona, jaranera,
imaginario abanico
hecho de hojas de palmeras,
mantenía el frescor
de su brisa mañanera,
reportaban las noticias
la libre radio y la prensa,
libertad que le otorgaba
un demócrata sistema,
surge una revolución
que había anidado en la sierra,
inunda las tranquilas calles
con malévolas ideas,
en poco tiempo aniquila
de La Habana su belleza,
perpetuándose por siglos
destruyen calles y aceras,
lo que fueran adoquines
hoy convertidos en arena,
la ciudad hoy se derrumba
abrumada por las penas,
brutalmente maltratada
hoy se muere de tristeza.

¡Caminando por las angostas          Cástulo Gregorisch
 calles de La Habana Vieja! . . .     11/9/15





  

Monday, November 9, 2015

TRUENAN LOS RIFLES

          
               TRUENAN LOS RIFLES 

Se oye el tronar de los rifles,
otro infeliz cae al suelo,
ya no verá más las luces
de un sol que calienta lento,
cae vencido por la balas
los ojos miran al cielo,
las manos atrás atadas,
la sangre brota del pecho,
un atajo de canallas
los rifles cargan de nuevo
en espera de otra víctima
que les traiga el carcelero,
se oye el llorar de una madre
mostrando su desconsuelo,
es una mañana triste
que carece de luceros,
las nubes se tornan hoscas
anunciando el aguacero,
soplan vientos de cuaresma,
las aves levantan vuelo,
el negro de la injusticia
se hace patente de nuevo,
la tristeza manifiesta
su agrio sabor a muerto,
cuántos más en el futuro
sucederán estos hechos
que degradan al humano,
que alimentan su despecho,
la patria gime impotente
oprimida por los necios,
la bandera se recoge
ante un escudo perplejo,
los diablos gozan su fiesta,
los santos lloran molestos.

¡Se oye el tronar de los rifles,
 otro infeliz se va al cielo!

Cástulo Gregorisch
11/9/15