EL MAGO DIVINO
Si yo
fuera un día mago,
más de
mil magias haría,
con los
poderes divinos
que se me
otorgarían.
En una
mágica alfombra
mi
cuerpo transportaría,
y sobre
mi bella patria
libre y
feliz volaría.
Las
aguas del Mar Caribe
benditas
las volvería,
y con
sus benditas olas
las
playas bendeciría.
Con
lluvias de libertad
la
campiña regaría,
palmas
y cañaverales
libres
reverdecerían.
A todos
los perecidos
por
culpa de la jauría,
les
devolvería la vida,
los
resucitaría.
A los
miles de infelices
que en
cárceles gastan sus vidas,
les
abriría las puertas,
todos
libres quedarían.
Las
familias separadas,
las del
exilio y la isla,
volverían
a encontrarse
para
siempre estar unidas.
Los
niños en las escuelas
su
educación cambiaría,
el
adoctrinamiento insano
a la
historia pasaría.
Las
iglesias y los templos
de
nuevo funcionarían,
libertades
religiosas
serían
restablecidas.
De
nuevo la libre empresa
su
curso continuaría,
trayendo
otra vez a Cuba
las
riquezas que existían.
Una
fresca democracia
con
ímpetu mostraría,
cuan
feliz se siente un pueblo
cuando
libertad respira.
Aquellos
malos cubanos
que
destruyeron la isla,
usando
mi poder mágico,
después
de purgar sus culpas . . .
¡LOS
DESAPARECERÍA!
Cástulo
Gregorisch
6/12/17